¿Todas las conversaciones son iguales? La respuesta es un gran no. Por supuesto que, en esencia, las conversaciones se centran en lo mismo: El intercambio de información entre pares. Sin embargo, las conversaciones tienen una naturaleza transaccional, es decir, que pertenecen a un momento único del espacio-tiempo.
Entonces, ¿Cuáles son los tipos de conversación? Hay varios tipos. En este artículo, nos centraremos en la conversación espontánea. Para entenderla mejor, veamos las características de la conversación espontánea.
Olvídate de formalismos
Entre las características de la conversación espontánea, la primera es que estas son completamente informales.
No hay reglas estrictas a seguir en una conversación improvisada, solamente basta con estar dispuesto a conversar y tener en cuenta modales básicos, para que la conversación sea lo más amena posible.
Nada de temas complejos
Una conversación espontánea, está definida por la simpleza. Por lo tanto, en este tipo de conversaciones no hay cabida para temas profundos como la teoría relatividad de Albert Einstein. Si es espontánea, los temas deben ser sencillos y de cultura general.
No es una competencia
Los seres humanos nos caracterizamos por ser subjetivos, lo que quiere decir que todos percibimos y experimentamos la realidad de forma única. Por lo tanto, en el mundo hay infinidad de opiniones sobre todos los temas posibles. Entonces, si estamos teniendo una conversación agradable y queremos mantenerla así, tenemos que evitar imponer nuestras opiniones.
Siguiendo esta línea, no es que no podamos compartir nuestras opiniones, pero siempre que lo hagamos debemos hacerlo desde el respeto y reconociendo que es solo nuestra opinión.
Estamos conversando, no compitiendo por quien tiene la razón. No olvides esto, pues es una de las características de la conversación espontánea más importantes.
Por último: ¡Diviértete!
Recuerda que no estás en ninguna conferencia de la ONU, es una conversación espontánea, así que relájate, escucha y ríe, disfruta el momento, ya que el ser algo tan informal e improvisado, probablemente lo termines olvidando muy pronto.
Un ejemplo de este tipo podría ser la conversación de padres a hijos.